top of page

The Circle of My Flesh



In "The Circle of My Flesh," Bea Zamora, an interdisciplinary artist from El Salvador based in Guatemala, addresses the journey of motherhood seeking its individuality, no longer as a mother-wife but as an agent that demands time and space for herself, and questions the unreal ideal of the mother-unique-loving-sacrificed.


“On that path and in that time I formed, destroyed and rebuilt myself multiple times in the attempt to transform myself into a being-for-itself.”

“‘The circle of my flesh’ arises from a thirty-year process in which I always felt I lived in a body-for-others and from which I gave birth to a series of writings in the form of diaries,” says the artist, and she remembers: “Shortly before I was ten years old, I was surprised by my first menstruation. I turned to my mother who, in sudden joy -inexplicable to me- took me to the home library to show me the female anatomical body in a volume of the Medical Encyclopedia. She told me that I had become a woman and warned me of the danger of getting pregnant. And before I could ask her a question, my mother closed the book.”


“My mother's plan was fulfilled ten years later when I became pregnant. It was not until two decades later that I conquered a room of my own to grow, create and reinvent myself.”


“In ‘The circle of my flesh,’ all times and all emotions are intermingled in my attempts to protect the beings I engendered with my body. The same body that limits me, walls of containment, is the one through which I free myself: with it I not only opened all the books I needed to read but also with it I rewrite them, from the circle of my flesh.”


(Español abajo)



***

"El cerco de mi carne"


"El cerco de mi carne" es un proyecto donde Bea Zamora, una artista interdisciplinaria salvadoreña radicada en Guatemala aborda el viaje de la maternidad buscando su individualidad, ya no como madre-esposa sino como agente que demanda tiempo y espacio para sí, y se cuestiona el ideal irreal de la madre-única-amorosa-sacrificada.


“En ese camino y en ese tiempo me formé, me destruí y me reconstruí múltiples veces en el intento por transformarme en un ser-para-sí”, comparte Bea.


"'El cerco de mi carne' surge de un proceso de 30 años en el que siempre sentí vivir en un cuerpo-para-otros y desde donde di a luz una serie de escritos a modo de diarios. Desde ese mundo íntimo, desmonté el legado binario, lineal, para crear uno circular”, dice la artista, y recuerda: "Poco antes de cumplir los diez años me sorprendió mi primera menstruación. Recurrí a mi madre quien en súbita alegría -inexplicable para mí- me llevó a la biblioteca de casa para mostrarme el cuerpo anatómico femenino en un tomo de la Enciclopedia Médica. Me dijo que me había convertido en mujer y me advirtió del peligro que corría en quedar embarazada. Y antes de que pudiera hacerle una pregunta, mi madre cerró el libro”.


“El designio de mi madre se cumplió diez años después cuando quedé embarazada. No fue sino hasta dos décadas más tarde que conquisté una habitación propia para crecer, crear y reinventarme”.


“En ‘El cerco de mi carne’ se entremezclan todos los tiempos y todas las emociones en mis intentos de proteger a los seres que engendré con mi cuerpo. El mismo cuerpo que me limita, muros de contención, es a través del que me libero: con él no solo abrí todos los libros que necesité leer sino también con él los reescribo, desde el círculo de mi carne”.


5 views

Comments


bottom of page