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Pretty


Pretty is a 25-year-old non-binary person who belongs to the New York City ballroom scene. Since the 1960’s, this space has been a home for the LGBTQ+ community. By voguing, walking different categories and creating several Houses, their members provided a family for a lot of people that had been kicked out of their houses because of their gender identity or sexual orientation.


At the age of 18, Pretty started transitioning. Their family rejected them and took away any financial support given. “That was when homelessness started, that was when I dropped out of college, that was when I entered the ballroom, that was the shift,” shares Pretty. After that, sex work became their main source of financial stability, until they stopped it because of sexual violence.


Since 2013, more than 250 trans and gender-nonconforming people have been victims of fatal violence in the U.S. and 77% were transgender women of color, according to Human Rights Campaign reports.


Spanish photographer Elena Bulet documents Pretty's story of survival in a project that reflects on their past and present, and their relationship with their chosen family.


Born and raised in Barcelona, Elena's work reflects on community, gender identities and social justice. She uses still photography, video and archives to explore narratives related to intimacy, safe spaces and what it means to fit in society.


(Español abajo)








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Pretty

Pretty es una persona no binaria de 25 años que pertenece a la escena de los salones de baile de Nueva York. Desde los años 60, este espacio ha sido un hogar para la comunidad LGBTQ+. Haciendo voguing, caminando diferentes categorías y creando varias Casas, sus miembros proporcionaron una familia a mucha gente que había sido expulsada de sus casas por su identidad de género u orientación sexual.


A los 18 años, Pretty comenzó a transicionar. Su familia la rechazó y le quitó todo el apoyo económico que le daban. "Fue entonces cuando empecé a vivir en la calle, fue entonces cuando dejé la universidad, fue entonces cuando entré en el salón de baile. Ese fue el cambio", comparte Pretty. Después, el trabajo sexual se convirtió en su principal fuente de estabilidad económica, hasta que lo dejó por la violencia sexual que sufría.


Desde 2013, más de 250 personas trans y de género no conforme han sido víctimas de violencia mortal en Estados Unidos y el 77% eran mujeres transgénero de color, según informes de Human Rights Campaign.


La fotógrafa española Elena Bulet documenta la historia de supervivencia de Pretty en un proyecto que reflexiona sobre su pasado y su presente, y su relación con la familia elegida.


Nacida y criada en Barcelona, el trabajo de Elena reflexiona sobre la comunidad, las identidades de género y la justicia social. Utiliza la fotografía fija, el vídeo y los archivos para explorar narrativas relacionadas con la intimidad, los espacios seguros y lo que significa encajar en la sociedad.


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